María Herrera fue una de las protagonistas del fin de semana en el Gran Premio de Aragón, quizá no por su puesto final en carrera, pero sí por la expectación que marcó su vuelta a la categoría de Moto3 formando parte de un box íntegramente femenino.
Para la oropesana, 27ª en carrera, “el inicio de la carrera fue bueno, pero en la primera curva se me cayó un rival, haciéndome perder tiempo, en una vuelta que fue todo menos fácil de completar”.
A pesar de este contratiempo la de Oropesa cambió el chip: “Luché con otro comodín, que era el de divertirme. Tenía más velocidad en las curvas, gracias a las mejores sensaciones que encontré en la KTM”.
“Hemos demostrado que hemos trabajado bien y, con más tiempo a nuestra disposición, haríamos aún más. Doy las gracias a las chicas, todas fantásticas y felices de haber iniciado juntas este bonito proyecto”.
